ORFEO ED EURIDICE

La acción tiene lugar en Grecia, en época mitológica

ACTO I

Un prado

Orfeo, acompañado por pastores y ninfas, llora la muerte de su esposa Euridice (Ah! Se intorno a quest’urna). Orfeo, gran músico y poeta, está desesperado y pide el retorno de su querida compañera (Chiamo il mio ben cosí). El Amor, conmovido, aparece y le dice que los dioses se han compadecido de él y le autorizan a bajar al Reino de los Muertos. Si consigue apaciguar a las Furias con sus cantos, Euridice podrá retornar con el a la tierra. Se le impone, sin embargo, una única condición a cumplir: durante el camino de retorno no podrá mirar a su esposa ni una sola vez (Gli sguardi trattieni). Orfeo acepta.

ACTO II

Cuadro primero

Las puertas del Hades (Reino de los Muertos)

En la entrada del Hades las Furies montan guardia y danzan violentamente. Orfeo es recibido de la misma manera (Chi mai de l’Erebo). El artista, con su música, intenta calmarlas y canta su propio sufrimiento en verse privado de Euridice (Deh! Placatevi con me). Poco a poco, las Furias se van apaciguando y Orfeo puede entrar en el Hades.

Cuadro segundo

Los Campos Elíseos

Orfeo llega a los Campos Elíseos, donde es recibido por los espíritus bienaventurados, que ejecutan una dulce danza. Euridice canta el elogio del lugar (Quest’asilo ameno). Orfeo disfruta del ambiente de paz (Che puro ciel!), pero desea retornar inmediatamente con su amada. Ésta le es entregada y los dos se dirigen hacia la salida. Orfeo, sin embargo, siguiendo la condición que le ha sido impuesta, no dirige ni una sola mirada a Euridice.

ACTO III

Un bosque

Los dos esposos avanzan hacia la tierra. Orfeo, con gran sufrimiento, tiene prisa por llegar (Sù, e con me vieni), pero Euridice no entiende por qué su esposo no le ha dirigida ni una sola mirada y le pide una muestra de cariño. La mujer, pensando que Orfeo ya no la ama, dice que preferiría estar muerta (Che fiero momento). Orfeo, al límite de su resistencia, es gira y la mira. Euridice cae muerta de repente y Orfeo se lamenta amargamente (Che farò senza Euridice?). El desesperado esposo quiere quitarse la vida, pero el Amor aparece de nuevo y, una vez más, devuelve la vida a Euridice. Los dos esposos se reencuentran en medio de la alegría general y todo el mundo canta las alabanzas al (Trionfi Amore).